HORA DE FRONTERA EN MATAMOROS

domingo, 10 de julio de 2011

La preocupación

La preocupación es tan perjudicial que consume más energías en un corto tiempo de preocupación que en doce horas de ejercicio físico y mental.
La preocupación es absurda. Tan absurda que debes eliminarla. Sustituye una preocupación por un sentimiento agradable. Se estima que el 92% de las cosas que nos preocupan nunca llegar a suceder o es algo que está fuera de nuestro control; asi que ¿Por qué desperdiciar nuestro tiempo y energía preocupándonos si de esa manera no vamos a resolver la situación?
Las circunstancias pasadas no tienen nada que ver con los acontecimientos del futuro. Cuando la voz de la preocupación te llama, por favor, no le respondas. ¡No dejes que la preocupación te domine; ten dominio de ti mismo! Hazte el hábito de decidir por ti mismo la actitud mental que debes asumir. Desecha la idea de que eres hoy todo lo que vas a ser. Esta es una forma falsa de pensar y debilita tu potencial. Imagínate que tu mente es un automóvil. Pon la velocidad en primera y arranca, nunca permitas que tu carro permanezca en posición neutral o en reversa.
Una actitud mental correcta te lleva a una acción positiva. No te preguntes por qué no puedes hacer algo, pregúntate como puedes hacerlo. Podrás realizar las hazañas más grandes cuando aprendas a convertir tus sentimientos negativos en sentimientos positivos. Un pensamiento positivo te dará la llave, cuando todas las puertas parezcan cerradas, para lograr tu objetivo.
Prueba lo siguiente para vencer la preocupación:
1. Recuerda que la mayoría de las cosas que nos preocupan nunca suceden.
2. Pregúntate ¿Qué es lo peor que puede pasar?.
3. Disponte a aceptarlo sino tienes otra alternativa.
4. Escoge las mejores lecciones de tu vida e inspírate en ellas diariamente.
5. Trata de vivir tu vida cada día.
6. No trates de cruzar el puente hasta que no llegues a él.
7. Recuerda cuando piensas en términos positivos, espera resultados positivos.
FUENTE: “Camino al Éxito”
AUTOR: Héctor Tassinari
Una frase para recordar: “No es el trabajo el que mata a la gente, sino la preocupación.” Henry Ward Beecher


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